RESUMEN DE LA LECTURA " SEMILLAS "
SEMILLAS
Cuenta la historia
que un joven paseaba por una ciudad desconocida, cuando, de pronto, se encontró
con un comercio en cuya inscripción se leía: "La Felicidad". Al
entrar, descubrió que el negocio era atendido por ángeles. Y medio asustado, se
acercó a uno de ellos y le preguntó qué es lo que vendía allí, a lo que el
ángel le respondió que ahí vendían absolutamente de todo. En eso el hombre asombrado,
empezó a pedir: el fin de todas las guerras del mundo, muchas toneladas de amor
entre los hombres, un gran bidón de comprensión entre las familias, más tiempo
para que los padres jueguen con sus hijos. Y así prosiguió hasta que el ángel,
muy respetuoso, lo interrumpió y le dijo que ellos no vendían frutos, sino
semillas. En los mercados de Dios (y en los
del alma) siempre es así. Nunca te venden amor ya fabricado; te ofrecen una
semillita que tú debes plantar en tu corazón; que tienes luego que regar y
cultivar mimosamente. Claro que a la
gente este negocio no le gusta nada. Sería mucho más cómodo y sencillo que te
lo dieran ya todo hecho y empaquetado. Que uno sólo tuviera que arrodillarse
ante Dios y decirle: «Quiero paz» y la paz viniera volando como una paloma.
Pero resulta que Dios tiene más corazón que manos. Y somos nosotros quienes
multiplicáramos su creación con las semillas que Él ha sembrado.
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